Descripción
Cuenta la leyenda que al tabernero Durán le desaparecía, noche tras noche, una botella de su mejor vino. Acechó Durán al ladrón escondido entre las barricas y… qué sorpresa al ver que no era uno, sino ¡once! los que le estaban robando. Diminutos pícaros amantes de su vino, intenso y lleno de aroma." Una fusión de dos de los legados más apreciados del país: la picaresca y el vino. De estilo fresco y elegante, muestra la mejor expresión de los diferentes terroirs riojanos uniéndole un diseño actual. Crianza de 12 meses en barricas de roble americano (60%) y francés (40%).
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